El 1 de septiembre de 1939 el ejército alemán, después de las negativas de Polonia a la devolución de la ciudad de Danzig, comienza la invasión del estado polaco. Este acto final en la política expansionista llevada a cabo desde la llegada al poder de Hitler fue el comienzo de la Segunda Guerra Mundial y sumió a Europa y al mundo en la mayor catástrofe de la historia durante los siguientes 5 años y medio.
El 3 de septiembre, Francia y Gran Bretaña declaraban la guerra a Alemania como respuesta a la invasión de Polonia. Sin embargo, Polonia sería derrotada en menos de un mes y sin que británicos o franceses llegaran a intervenir directamente en el frente polaco. Hitler, para asegurarse la no intervención de la URSS en la guerra, pactó la división de Polonia con esta en el pacto denominado Molotov-Ribentrop por los firmantes el 23 de agosto de 1939, poco antes del inicio de la invasión de Polonia. A la conquista de Polonia sucedió un periodo invernal de tensa calma sin apenas hostilidades.
El 9 de abril de 1940, Alemania emprende la invasión de Dinamarca y Noruega para asegurarse la retaguardia y la no intervención de estos países al lado de Francia y Gran Bretaña. El 10 de mayo, el ejército alemán invade y arrolla a los Países Bajos y Bélgica, y a los ejércitos inglés y francés que se habían desplegado para ayudar a Bélgica. Tras la caída de Noruega, Chamberlain dimite como Primer Ministro británico y se forma un gobierno de coalición con Winston Churchill como Primer Ministro el 11 de mayo de 1940. Dos días después pronuncia su primer discurso como Primer Ministro ante la Cámara de los Comunes, conocido por una frase original de Roosevelt: "No tengo nada más que ofrecer que "sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor". El 22 de junio, Francia firma el armisticio con Alemania por su cuenta. Antes, el 26 de mayo, los ingleses comienzan a evacuar sus tropas hacia las islas desde las playas de Dunkerque, operación que duraría hasta el 4 de junio y en la que se evacuaría a 234.000 británicos y 111.000 franceses.
En septiembre de 1940 Italia, que había entrado en guerra poco antes del armisticio francés, ataca Egipto desde Libia; sin embargo, los ingleses consiguieron rechazarlos para finales de año y emprender la contraofensiva.Hitler mandó un cuerpo expedicionario, el "Africa Corps" al mando del general Erwin Rommel que conseguiría frenar a los ingleses y llevar la ofensiva hasta las puertas de Alejandría (Egipto), donde sería frenado en la batalla de El Alamein por su antagonista, el inglés Bernard Montgomery en octubre de 1942. Los desembarcos aliados en Marruecos y Argelia, y la falta de apoyo logístico hacen que el "Africa Corps" se retire hasta Túnez donde será destruido a mediados de 1943.
Volviendo a 1942, en la primaveraHitler ya estaba listo para iniciar el ataque a su "enemigo natural", Rusia. Sin embargo, el fallido ataque de Italia a Grecia, obligó a Alemania a intervenir en este frente para asegurarse la retaguardia en los Balcanes. El 6 de abril de 1941 y con ayuda de húngaros y rumanos es lanzada la ofensiva contra Yugoslavia y Grecia; el primero capitulará el 17 de abril y el segundo el 23 del mismo mes. El 20 de mayo se conquistaría Creta a un coste muy elevado por parte de las tropas aerotransportadas alemanas.
El 22 de junio de 1941, la Wehrmacht (ejército alemán) inicia la ofensiva contra la Unión Soviética en un frente de 3.200 km que iba desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro. Es la "Operación Barbarroja". 220 divisiones, 3.200 aviones y 10.000 carros de combate, en total 3 millones de hombres repartidos en tres ejércitos se lanzaron contra el territorio soviético. El ataque fue todo un éxito inicial pero fue frenado por los soviéticos a finales de año a 30 km de Moscú. La contraofensiva del ejército rojo alejó a los alemanes definitivamente de Moscú. Al año siguiente se reanuda la ofensiva alemana, esta vez hacía los pozos petrolíferos del Caúcaso. La ofensiva acaba con el desastre de Stalingrado y la retirada general hacia Ucrania. 1943 es el año de inflexión en la guerra. Las derrotas en África y Rusia van acompañados de los desembarcos aliados en Italia, de la victoria aliada en la guerra submarina y de los bombardeos masivos de las ciudades alemanas.
Stalin, lider de la Unión Soviética, exigía a los aliados occidentales (EEUU e Inglaterra) que desembarcaran en Europa occidental para abrir un segundo frente que aliviara la presión alemana en el frente oriental. Desde 1942 los aliados estudiaron cómo desembarcar en Europa y abrir ese segundo frente. El 19 de agosto de 1942 se produce el desembarco en el puerto francés de Dieppe por tropas anglocanadienses. El ataque será un desastre total que acabó con más de 4.300 bajas y sin la consecución de los objetivos deseados. Sin embargo, servirá como una importante lección para los futuros desembarcos en Italia y en Normandía.
Desde sus mismos origenes, la política de Adolf Hitler fue agresiva con su vecinos. Primero recuperó Renania, luego se anexionó Austria y con el Pacto de Munich en el que Francia e Inglaterra cedían a sus aspiraciones en Checoslovaquia, absorbía los Sudetes checos de población alemana. (Foto Enciclopedia Británica)
Británicos y franceses avanzaron hacia Bélgica con el fin de hacer una línea móvil y parar a los alemanes al sur, en la Línea Maginot. El ejército alemán atacó a través de las Ardenas y rompió el frente francés en Sedán para luego girar hacia el oeste hacia el Canal de la Mancha dividiendo en dos a los aliados. Para evitar un embolsamiento fatal, los británicos se retiraron hacía Dunkerque donde reembarcaron la mayor parte de su ejército. Francia se rendiría un mes más tarde. (New York Times, jueves, 20 de mayo de 1940)
En junio de 1942, el ejército alemán inició la ofensiva denominada Operación Azul, con el fin de conquistar el Caúcaso y llegar hasta el Volga. La operación se atascó en la ciudad de Stalingrado y una contraofensiva del ejército soviético, a finales de año, consiguió atrapar al 6º ejército alemán y finalmente destruirlo en enero de 1943. De los 300.000 hombres del 6º Ejército, sobrevivieron 91.000 que fueron hechos prisioneros. Tan sólo 5.000 hombres volverían a Alemania después de la guerra. Fue la batalla más grande y más sangrienta de la historia. En ambos lados murieron o fueron heridos alrededor de 2 millones de personas, incluyendo civiles. (Foto: © 2009 Anglo German Historical Trust, Inc.)
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